Reflexionar sobre los avances del ámbito energético fue el objetivo de la XI versión del Encuentro de la Energía Eléctrica, que contó con la presencia del Presidente Sebastián Piñera, el nuevo ministro de Energía Juan Carlos Jobet, los ministros de Medio Ambiente, Transportes, Telecomunicaciones y Minería; y los principales actores de la industria. El evento comenzó con un interesante conversatorio con los organizadores del evento; Claudio Seebach, presidente ejecutivo de la Asociación de Generadoras de Chile, y Rodrigo Castillo, director ejecutivo de la Asociación de Empresas Eléctricas, quienes abordaron las prioridades y objetivos de la industria.
Conozca más de lo que se dialogó en la instancia.
Cuando hablamos de las generadoras y de un futuro eléctrico renovable, confiable, sustentable, eficiente. ¿Cuál es el rol que la electricidad toma en esta transición energética?
CS: La electricidad está en todo. Tenemos la oportunidad a través de la electricidad de conjugar el desafío económico y ambiental más importante del siglo, que es la crisis climática y el calentamiento global. ¿Cómo lo vamos a hacer? A través de dos grandes caminos. Primero, por medio del desarrollo de las energías renovables y el retiro del carbón de la generación eléctrica; y por otro lado con la electrificación de todos aquellos consumos que hoy no son eléctricos en el transporte, minería, industria y los hogares. Esta es sin duda la oportunidad ambiental y económica más grande que tenemos.
En ese mismo punto ¿Qué roles juegan los sectores de transmisión y distribución?
RC: Por mucho tiempo el sector eléctrico en particular, era una línea que unía desde el punto de generación hasta el punto de consumo bastante unidireccional. Hoy las redes eléctricas están entrando a cumplir funciones muy distintas a las de simplemente transportar o distribuir energía. Por una parte la posibilidad que tienen los clientes de generar su propia energía e inyectar al sistema o almacenar esa energía y poder inyectarla al sistema cuando falta. En segundo lugar, la posibilidad de gestionar la demanda, es decir que no solo seamos pasivamente receptores y consumidores de energía eléctrica, sino que también tengamos la capacidad de servir para regular este sistema. La energía eléctrica es probablemente el futuro de la sustentabilidad y el futuro del país.
Cuando pensamos en las personas y cómo se identifican hoy con el valor reputacional de las empresas ¿Cómo se define la calidad del suministro?
RC: El suministro seguro es nuestro principal activo reputacional y cuando falla nuestro principal desafío es poder reponerlo de forma expedita. Hoy, Chile cuando lo comparamos con países de ingresos per cápita similares, como es el caso de Grecia; Grecia tiene 133 minutos de interrupción al año. Chile tiene 1.051 minutos de interrupción al año. Esa es una brecha enorme y no solo significa que los chilenos tenemos una brecha de interrupción mayor que aquellos países a los que aspiramos parecernos, sino que al mismo tiempo, uno compara la calidad de suministro de las zonas urbanas con las de provincia, y la diferencia es aún mayor.
¿Qué factores nos permiten acercarnos a estos países con un gran nivel de desarrollo?
RC: El desafío tiene tres grandes pilares: mejor infraestructura, más inversiones y mejores políticas públicas. Chile tiene la oportunidad y desafío de mejorar este nivel de suministro invirtiendo más y nuestras industrias están disponibles para hacerlo. En segundo lugar con más inteligencia y eficiencia, efectivamente necesitamos infraestructura, pero tenemos la posibilidad de hacer mejoras de calidad de servicio que tienen que ver con mayor automatismo, más inteligencia y mayor tecnología. En tercer lugar, tiene que ver con cuáles son los objetivos de políticas públicas fundamentales de nuestro sistema regulatorio.
Uno de los temas que la ciudadanía percibe como importantes en el sector de generación es el retiro de las unidades de carbón del sistema eléctrico. ¿podría explicarnos más acerca del proceso y qué responden a las críticas?
CS: Decidir retirar el carbono, que hoy en día es el 40% de la generación eléctrica, es un paso decisivo y necesario pero ambicioso, y hay muy pocos países en el mundo que han tomado esta decisión.
Este plan de retiro del carbón tiene varios atributos: en primer lugar, es consistente con la meta que nos exige la ciencia de alcanzar la carbono neutralidad como planeta. En segundo lugar, implica que en Chile no se van a desarrollar nuevas unidades de carbón. Tercero, es muy concreto. En el corto plazo, en los próximos cinco años se van a retirar ocho unidades de carbón que representan el 20% de la capacidad, y fija también una fecha final clara en el año 2040 como cese de operaciones de las unidades a carbón. Asimismo, es un plan adaptativo, dado que la tecnología avanza, el plan cada cinco años será revisado para así poder ver cuáles serán los próximos pasos en el retiro de nuevas unidades de carbón.
¿Y qué condiciones son necesarias para poder avanzar en este plan de retiro de carbón e impulsar las energías renovables?
CS: Para sostener en el impulso renovable y avanzar en el retiro de unidades de carbón debemos dotar el sistema eléctrico de mayor flexibilidad y capacidad de transmisión. A 2030 se estima una penetración solar adicional de entre 6.5 y 11 GW y eólica entre 2 y 5 GW, para lo cual es necesario contar con las adecuaciones regulatorias para el desarrollo eficiente de servicios de flexibilidad y una inserción competitiva del almacenamiento, la próxima gran revolución tecnológica, a través de una “ley de flexibilidad”. La penetración de renovables y el retiro del carnón exigirá también un rediseño y cambio de la topología de red de transmisión, lo cual implica planificación, diseño y construcción de nuevas líneas. Para concretarlas en tiempo y forma creemos que será necesario un acuerdo país de carácter ambiental y técnico sobre los nuevos requerimientos de transmisión que involucre a las comunidades, autoridades, al sistema político, las ONGs y las empresas.