Columna: Cambios regulatorios, clave para avanzar en Generación Distribuida, por Rodrigo Castillo, Director Ejecutivo de Empresas Eléctricas

En los últimos 20 años el mundo ha vivido una revolución en los mercados eléctricos. En gran medida esta revolución se ha gestado de la mano de las medidas necesarias para detener los efectos del cambio climático.

La revolución de la energía tiene 3 grandes pilares: el desarrollo de las energías renovables, los avances en materia de eficiencia energética y el crecimiento de los recursos distribuidos, dentro de los cuales también se considera al almacenamiento y la domótica.

Estamos convencidos de que la generación distribuida representa una de las medidas más cercanas, ciudadanas y democráticas, para colaborar con la reducción de gases de efecto invernadero. Generar energía cerca de los puntos de consumo, cerca de cada hogar o incluso en cada hogar, significa, por una parte, reducción de las emisiones totales, pero por la otra, un mucho menor esfuerzo en la construcción de líneas de transmisión u otras inversiones que también impactan sobre el medioambiente y el territorio.

En Chile hemos avanzado en este tema, aunque aún en pequeña escala. La Ley 20.571 otorga el derecho de generar la propia energía, autoconsumirla e inyectar los excedentes a la red. Así, los usuarios pueden vender sus excesos de generación hacia la red de distribución a un precio regulado, presentando la documentación que se ajuste al modelo de contrato de conexión.

Según los datos de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), durante 2021 debiésemos superar largamente los 31 mil kW inscritos, de la mano también de los mecanismos de tramitación de solicitudes que han agilizado ese proceso. Sin embargo, el camino para profundizar este proceso requerirá tiempo y cambios regulatorios que aún están pendientes.

La generación distribuida supone un cambio paradigmático respecto a cuál es la función de la empresa distribuidora, que ya no será solo llevar energía de un punto a otro, sino que convertirse en una suerte de clúster que administre muchos servicios distintos en favor de una mayor eficiencia en el uso de los recursos. Desde esa perspectiva, cambios regulatorios integrales en el segmento de distribución son clave.

Por una parte, para conseguir una mejor y más equitativa calidad de servicio, que permita entregar un suministro acorde al de otros países con ingresos similares; por otra, se requiere la modernización de las redes para permitir que los clientes puedan gestionar su demanda y así conseguir con menos recursos el mismo nivel de bienestar o de consumo.

Pero, además, la mayor cantidad de recursos distribuidos en la red, como autos eléctricos, generación distribuida y baterías, no solo genera que los clientes sean capaces de tener un rol distinto, sino que hace que la manera en cómo hasta hoy día se han repartido los costos de la red, en función de cuánto ha consumido cada uno, ya no sea viable. Se requieren también modificaciones de carácter tarifario.

Tenemos la gran oportunidad como país de facilitar el acceso de las nuevas energías al mercado eléctrico a nivel doméstico. Es tiempo de que resolvamos los cuellos de botella que están demorando ese proceso.

Fuente: Revista Nueva Minería & Energía / https://www.nuevamineria.com/revista/cambios-regulatorios-clave-para-avanzar-en-generacion-distribuida/

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Prensa

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