En el marco del aniversario N°107 de Empresas Eléctricas AG., los principales ejecutivos de la industria de distribución valoraron el rol del gremio y pusieron foco en la necesidad de una reforma a la regulación del segmento.
Hoy se cumplen 107 años de historia de Empresas Eléctricas AG., gremio que representa a las principales compañías de distribución de electricidad.
Se trata del primer gremio eléctrico del país, y lo largo de su historia ha aportado al desarrollo del sector energético, colaborando en la formulación y perfeccionamiento de la regulación sectorial, y promoviendo el diálogo y el intercambio de experiencias y buenas prácticas en la industria.
Con oportunidad de este aniversario, el gremio reunió a los gerentes generales de sus empresas socias -Iván Quezada de CGE, Francisco Mualim de Chilquinta, Víctor Tavera de Enel Distribución y Francisco Alliende de Grupo Saesa- con el objetivo de poner en perspectiva el aporte del gremio para la industria, y, de paso, delinear los principales desafíos del sector de cara a cumplir con su propósito de mejorar la calidad de vida de las familias chilenas, a través de un servicio eléctrico eficiente, sustentable y acorde a las necesidades de sus clientes.
El valioso rol de Empresas Eléctricas
Para Víctor Tavera, gerente general de Enel Distribución y Presidente de Empresas Eléctricas, el principal valor del gremio está en su rol como plataforma de encuentro de la industria. “La industria de la distribución eléctrica es una industria operativa, regulatoria, y técnicamente compleja. Tenemos diversas problemáticas que son comunes a las distintas distribuidoras, por lo tanto, la Asociación de Empresas Eléctricas es un lugar de encuentro, un lugar donde podemos compartir buenas prácticas, e intentar juntos resolver problemáticas en beneficio de los clientes”, afirma.
En la misma línea, Iván Quezada, gerente general de CGE, indica que el gremio “es una muy buena instancia para la industria de la distribución. Particularmente, es una instancia que nos permite transferir mejores prácticas, nos permite tener en desarrollo distintos comités, vemos aspectos de seguridad, aspectos técnicos, lo cual nos permite ir a procesos de mejora continua de manera permanente, con toda la experticia y experiencia que puede aportar cada una de las compañías al gremio”.
Una mirada complementaria es la que tiene Francisco Mualim, gerente general de Chilquinta, quien destaca “el rol histórico de Empresas Eléctricas AG. que, como saben, es el gremio energético más longevo del país. Los gremios, y en particular el nuestro, son fundamentales para entender la evolución de los fenómenos sociales, técnicos, económicos y políticos que ha vivido el país a través de los años. Éstos tienen efectos en la industria, y, por lo tanto, debemos abordarlos en forma diligente”.
Mientras que Francisco Alliende, gerente general de Grupo Saesa, valora el rol de referente sectorial que ha cumplido el gremio. “Empresas Eléctricas es nuestra voz como industria, y, desde esa perspectiva, su rol es muy valioso. Durante los años el gremio se ha transformado en un referente de la industria y estamos convencidos de que seguirá siéndolo de cara a los nuevos desafíos que tenemos por delante, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de nuestros clientes”, señala.
Los desafíos de la industria
Más allá del rol de Empresas Eléctricas, los ejecutivos reflexionaron sobre los principales desafíos que enfrenta el segmento hoy, de cara a la necesidad de entregar un mejor servicio eléctrico a las familias chilenas y de estar preparados para el desafío de que los hogares puedan percibir los beneficios de la transición energética.
Desde esa perspectiva, pusieron foco en la necesidad de una reforma profunda a la regulación de sector, la que no ha sido modificada de forma sustancial en los últimos 40 años, no refleja adecuadamente la realidad de la red actual, ni se hace cargo de preparar a las redes de distribución para habilitar para la transición energética. Y recalcaron la importancia de que esta reforma sea abordada con sentido de urgencia, ya que si no comenzamos hoy no tendremos capacidad de reacción en el futuro.
Para Víctor Tavera, uno de los principales desafíos que tiene la industria es la calidad de servicio. “Hemos mejorado mucho durante los últimos años, sin embargo, aún estamos lejos de las metas que como país nos hemos autoimpuesto. Por lo anterior se requiere de manera urgente una reforma a la distribución eléctrica, que primero permita que cumplamos esas metas que nos hemos puesto como país, y, en segundo lugar, poder cumplir con las expectativas que los clientes tienen del servicio que reciben de nuestra parte” asegura el ejecutivo de Enel Distribución.
Esta visión es compartida por Iván Quezada, quien apunta que dentro de los desafíos más importantes del sector es avanzar en una reforma a la distribución. “Se requiere una reforma regulatoria que nos permita tener un modelo que permita incentivar de manera importante las inversiones, para lograr una mejora real de la calidad de servicio y estar a la altura de lo que nuestros clientes y autoridades esperan de una compañía de distribución”, indica.
Asimismo, Quezada plantea que otro desafío relevante del sector es hacer frente a las exigencias del cambio climático sobre las redes eléctricas. “El cambio climático ha sido un tema importante que nos ha hecho modificar una serie de procedimientos internos. Las empresas han tenido que modificar su proceder, han tenido que hacer inversiones importantes, aumentar los volúmenes de mantenimiento” dice, y complementa que frente a los avances futuros de este fenómeno “es probable que las empresas necesiten hacer inversiones importantes para aumentar la confiabilidad y la resiliencia de nuestras redes”.
Para Francisco Mualim, en tanto, “la creciente dependencia de la sociedad del servicio eléctrico requiere de mejoras constantes de la calidad de servicio que ofrecemos a nuestros clientes, misma que debe estar alineada con la regulación vigente”.
El ejecutivo de Chilquinta complementa su visión con nuevos fenómenos que se están visualizando en la industria y que suponen un desafío para las compañías. “Otros temas que se han instalado en la agenda, y que afectan nuestras instalaciones y la calidad de suministro son el crecimiento sostenido de campamentos, la amenaza creciente de robo de cables, y también nos preocupa el creciente nivel de morosidad, de modo que esto no afecte a los hogares ni a la salud financiera de la industria”.
Otra arista es la que aporta Francisco Alliende, que pone el foco en los desafíos futuros de la red. “El futuro es eléctrico. Necesitamos avanzar en generar las condiciones en la red para una mayor electrificación de los consumos energéticos, desplazando así combustibles fósiles. En la misma línea, es necesario preparar las redes para el desarrollo masivo de los recursos distribuidos en la red, viabilizando el crecimiento de la generación distribuida, el almacenamiento y la electromovilidad, ¿cómo? a través de redes más modernas, robustas y resilientes” indica el ejecutivo de Grupo Saesa.
“En otras palabras, hay que preparar a las redes de distribución para habilitar para la transición energética y que ésta sea tangible para todas las familias, y es por eso que necesitamos una reforma profunda al sector de distribución de electricidad”, concluye.