Durante 2023 se sustrajeron 600 kilómetros de líneas de distribución eléctrica, un 20% más que el año anterior. “Estas cifras dan cuenta de un fenómeno en aumento, que solo el año pasado afectó a más de 550 mil clientes en todo el país, los que vieron interrumpido su suministro eléctrico. El robo de cables se ha transformado en un problema de seguridad para la provisión de un servicio esencial para la ciudadanía”, lamentó el director ejecutivo de Empresas Eléctricas, Juan Meriches.
Empresas Eléctricas enfatizó que se requiere tratar este delito con un estatuto jurídico especial, como en el caso del robo de madera, que permita contar con más herramientas para su persecución.
Te invitamos a leer la nota completa haciendo clic sobre la imagen.