ENTREVISTA LA SEGUNDA: La idea de los eléctricos contempla que para la transmisión troncal, el Estado haga los estudios de impacto ambiental y defina el trazado, al igual que lo hace el MOP en una concesión vial.
La discusión sobre la puesta en marcha de una carretera eléctrica pública es el principal tema que preocupa a la industria energética y al Ejecutivo, que trabaja para enviar en agosto una ley sobre este punto, enmarcado, también, en la recomendación de Colbún, la generadora del Grupo Matte, de detener los estudios de la línea de transmisión para el megaproyecto HidroAysén, controlado por Endesa.
Por eso, desde la industria de la energía ya surgen propuestas sobre cómo reformular el sistema de transmisión nacional. Rodrigo Castillo, director ejecutivo de Empresas Eléctricas -que reúne a las entidades de transmisión y distribuidoras- dice que han analizado la experiencia de varios países, pero uno de los más atractivos es el de Brasil.
“Varios de ellos tienen en común que implican una planificación de mucho mayor plazo de la transmisión. Segundo, que cumplen con el requisito de tener un elemento de intervención del Estado, no para construir ni operar las líneas, pero sí para garantizar el cumplimiento de las normativas ambientales, de los óptimos sociales y económicos, por tanto la búsqueda del bien común y, en último lugar, tienen características que permiten que la transmisión sea un elemento pro competitivo en materia de generación (…) y entre los estudiados el de Brasil nos llama la atención”.
Entre los puntos que destacan como positivos del modelo brasileño está el rol planificador del Estado al largo plazo, además de que se hace cargo de la gestión del territorio para la obtención de permisos para las redes, encargándose de la relación con los propietarios de los predios, puntos que, dice Castillo, deberían ser recogidos para el caso chileno.
“No significa que seamos partidarios de copiar exactamente el modelo brasileño, (…), pero creemos que es uno de los modelos más interesantes de ver”, dice.
Para el director ejecutivo de Electroconsultores, Francisco Aguirre , en Chile el desarrollo de la transmisión sigue las decisiones de desarrollo de la generación, es decir, que empresas privadas autónomas toman sus decisiones. “En otras palabras, transmisión hasta ahora sigue a generación. El problema es que cuando se hacen los estudios de transmisión cada cuatro años y se desean concretar sus recomendaciones, el mercado (oferta de generación y localización de la demanda) ya ha cambiado mucho más rápido y nos hemos quedado tardíos y cortos en las decisiones y expansiones”, comenta.
Por ello, la carretera eléctrica actualmente en estado conceptual “debe intentar resolver ello invirtiendo las decisiones, esto es primero se desarrolla el sistema de transporte al cual cada empresa decidirá donde conectarse, ya que está disponible, como es el caso del modelo brasileño. Entonces, en el futuro la generación seguirá a la transmisión. Por ello conviene que la carretera eléctrica vaya de punta a cabo. Así captura en Aysén la enorme hidroelectricidad allí disponible y por el norte puede extenderse más allá de nuestra fronteras hacia una interconexión internacional”, agrega Aguirre.
Mayor intervención del Estado
“Lo que proponemos en ningún caso es un paso atrás en la privatización del sistema. Hemos planteado que tanto la construcción como la explotación de las líneas de transmisión debe seguir en manos privadas, porque somos más eficientes . En cambio, lo que planteamos en la práctica es que hoy existe una mala forma de planificación, por lo que decimos una mayor intervención del Estado a efectos de poder planificar a más largo plazo y con objetivos de política pública como aumentar la competencia”, explica Castillo.
“Es indudable que en mercados que funcionan de manera perfecta y sin barreras de entrada no tiene sentido que el Estado participe, sino que para resguardar el cumplimiento de las reglas del juego. Sin embargo, es una realidad que hoy existen barreras de entrada. La capacidad de reacción pura del mercado en transmisión está siendo extremadamente trabada y lenta, por lo que se requiere para que el mercado vuelva a ser competitivo es la intervención del Estado para poder preservar el modelo”, subraya.
La experiencia en las concesiones viales
La idea propuesta por los eléctricos contempla que para la transmisión troncal, el Estado haga los estudios de impacto ambiental y defina el trazado, al igual que lo hace el Ministerio de Obras Públicas (MOP) en una concesión vial.
“Así, como en una carretera vial nueva, el Estado aborda los problemas ambientales y sociales y establece qué áreas son intocables y en cuáles se deben hacer localizaciones”, explica Eduardo Bitran, profesor dela U. AdolfoIbáñez y ex ministro de Obras Públicas.
“Estamos con precios de locos y el costo de la transmisión es insignificante. Entonces hay una miopía en cómo se ha implementado la planificación (…) hay que darle al Estado el rol de definir con una visión de largo plazo entre dos puntos cuál es el trazado e, incluso, que pueda asegurar la faja, expropiar, establecer las servidumbres y luego vender el terreno”, sostiene.
Lo que dijeron expertos y gobierno
Una de las primeras recomendaciones sobre la carretera eléctrica pública nacieron enla Comisión Asesorapara el Desarrollo Eléctrico (Cade), que señala que en su rol subsidiario, “el Estado busque mecanismos de facilitación del desarrollo en el tiempo de redes longitudinales y transversales, a través de la creación de franjas de servidumbre concesionadas por el Estado, con líneas base previamente aprobadas. El costo de estas franjas de servidumbre sería incorporado en cada proyecto de transmisión que se licite, de manera que sea en definitiva pagado por los usuarios.
Enla Estrategia Nacionalde Energía el gobierno señala que el Estado “tendrá un rol clave en la planificación de los sistemas de transmisión, en el dimensionamiento de las redes y su definición territorial, en la creación de franjas fiscales, y en el perfeccionando de la legislación de concesiones y servidumbres de paso”.