Nuevas tecnologías permitirán un consumo inteligente, que en la práctica lleve a manejar la demanda no consumiendo por periodos cortos y específicos, en vez de construir una nueva central.
El Ministerio de Energía ha mantenido la ruta trazada por la anterior administración, pero con sus propios énfasis. Uno de ellos, es avanzar en distribución, lo que se plasmaría en una ley que ingresaría a fines de año.
Diario Concepción entrevistó al director ejecutivo de Empresas Eléctricas A.G., Rodrigo Castillo, para conocer los desafíos del sector.
– ¿Llegó la hora de la Distribución, después de que Generación acaparara interés y recursos por muchos años?
– Lo que pasa es que Generación fue protagónica porque era el sector que más se necesitaba ser tratado, gatillado por el corte de gas desde Argentina, pero también porque la hidrología cambió, en un país que era dependiente energéticamente del recurso agua.
Pero sí, hoy la Distribución en el mundo entero está viviendo una verdadera revolución en la cual, por una parte, las redes que siempre fueron unidireccionales, es decir, desde la generación hacia los clientes. Hoy se están volviendo cada vez más bidireccioales e, incluso, polidireccionales, donde los clientes no sólo tienen la posibilidad de autogenerar, sino que al mismo tiempo participar en la regulación del sistema. Por ejemplo, a través de una gestión más inteligente de la demanda.
– ¿Cómo se explica esto último?
– Normalmente, si aumenta la demanda la única forma de mantener la compensación (el equilibrio perfecto energético), es aumentando la oferta, es decir, poniendo a funcionar una nueva unidad de generación. Esto tanto en el corto como en el largo plazo. Pero hoy la tecnología nos permite, por ejemplo, que muchos artefactos eléctricos sean desconectados por algunos minutos de hacer falta, en lugar de generar más energía. Entonces en vez de consumir más energía, dejaremos de consumirla (por ejemplo, el aire acondicionado por breve tiempo), lo que permite enormes ahorros en infraestructura, uso de suelo, contaminación, etc.
En definitiva, es un enorme desafío esto de aplicar inteligencia a la gestión de redes, por lo tanto, inteligencia en la demanda.
– ¿Qué otro desafío destacaría?
– Lo que tiene que ver con la electromovilidad y, en general, con una mayor electrificación de los consumos. Hoy los combustibles fósiles son protagónicos, tanto en transporte como en calefacción, y hay que ir derivando hacia autos y calefacción eléctrica, lo cual va a suponer un desafíos tanto para las redes, como para la regulación y las tarifas.
En este contexto destacan los medidores inteligentes y la consiguiente capacidad que tengamos para interactuar con los clientes.
– ¿Cuál ha sido el avance en esta materia?
– En Chile ya hay unos 100.000 medidores instalados, pero lo más relevante es que la nueva norma técnica de calidad en Distribución, que está muy próxima a entrar en vigencia, exige en un plazo de siete años, el instalar en el 100% de las casas, medidores inteligentes.
– ¿Cómo está Chile en el contexto internacional?
– A nivel latinoamericano, yo diría que bastante bien, pero obviamente en relación a la Ocde, estamos bastante atrasados. Pero el anuncio de la ministra Jiménez, que hacia fines de año debemos contar con una Ley de Distribución, más la nueva norma técnica, permitirá avanzar en estos temas que mejorará el servicio hacia los clientes.
– ¿Cómo impactará esto en el precio de la energía?
– Hay que entender que la cuenta de la energía se compone de varias partes: de el precio de la energía (generación) que representa más del 60% del total. Y luego están las redes de Distribución, entre el 15% y el 20% de la cuenta. Las redes de transmisión que pueden llegar a 4%-5%, y el resto es impuestos. La Generación ha impulsado al alza el costo de la energía, producto principalmente de la crisis del gas argentino desde 2204. Pero hace dos o tres años, el precio ha ido bajando, aunque eso no significa que esto se refleje en las tarifas de inmediato, debido a la vigencia de contratos antiguos de largo plazo. Pero a partir del 2021 deberíamos comenzar a ver en forma paulatina, pero progresiva, disminuciones en la cuenta final de la tarifa residencial, toda vez que el sector industrial ya se ha ido dando debido a la diferencia contractual.
– ¿Cómo ve el manejo del actual ministerio en relación a lo avanzado y propuesto por el anterior?
– Afortunadamente, se ha llegado a un consenso en el sector en el sentido de entender que lo que se haga responde a una política de Estado, y a largo plazo. Obviamente, este gobierno le ha puesto sus propios énfasis y que en este caso corresponde al sector Distribución.
Fuente: Diario Concepción