Hoy el Presidente de nuestro Directorio, Víctor Tavera Olivos, participó en el 6th Latin America Energy Summit, desarrollado en el Hotel Hilton Doubletree, y que contó con la presencia del ministro de Energía, Diego Pardow, entre otras autoridades y ejecutivos del sector.

Tavera participó en el panel de discusión sobre cambios regulatorios necesarios para el sector, junto a representantes de Statkraft, ACERA y Transmisoras de Chile.

En su intervención, Tavera apuntó a la necesidad de una reforma a la regulación de la distribución eléctrica, señalando que “sin reforma a la distribución no habrá transición energética”.

En ese sentido, agregó que “hoy los beneficios de la transición energética no están llegando directamente a las personas. Una condición para lograr la carbono neutralidad en 2050 pasa por la electrificación de la demanda, y eso no será sostenible ni posible si no se realizan los cambios regulatorios al segmento de distribución. Es un desafío urgente para el que ya estamos tarde”.

Respecto de los cambios que esta reforma debiese habilitar, Tavera apuntó a 4 grandes objetivos.

El primero es el acceso a una mejor calidad de servicio por parte de las familias chilenas, en un escenario de mayor electrificación de los consumos en los hogares, como la calefacción; y en el transporte, a través de la electromovilidad.

Un segundo objetivo debiese pasar por generar las condiciones para el desarrollo masivo de los recursos distribuidos en la red, viabilizando el crecimiento de la generación distribuida y el almacenamiento a través de redes especialmente adaptadas para ello (bidireccionales).

A esto se suma avanzar hacia un nuevo modelo de regulación de la distribución eléctrica, que recoja de mejor manera la realidad de la operación de las distribuidoras y genere los incentivos regulatorios correctos, para el beneficio de los clientes y la sociedad. Ese nuevo modelo debe permitir que el país desarrolle un plan de inversiones de mediano y largo plazo para contar con redes eléctricas más robustas, modernas y resilientes.

Y, adicionalmente, se debe habilitar un mecanismo de apoyo estructural y permanente a las familias más vulnerables, a través de un subsidio del Estado en la medida que se requiera.