Alrededor de 80 personas, entre especialistas, encargados de mantención, académicos, y representes de empresas eléctricas y mineras como Esperanza, Teck, Escondida, Codelco, Spence y SQM, participaron enla Sexta Versiónde las Jornadas Técnicas que organizaron en forma conjuntala Empresa Eléctricade Iquique S.A., Eliqsa, y la compañía minera Doña Inés de Collahuasi.
El encuentro, que se llevó a cabo en la ciudad de Iquique y que este año tuvo como lema “Competencias para abordarla Mantencióny Operación de Sistemas Eléctricos de Potencia enla Gran Minería”, se inició con las palabras de Iñigo Otondo, gerente de Servicios Operacionales de Collahuasi, quien resaltó el anhelo de la compañía de ser protagonistas en el debate sobre las mejores prácticas que deben ser internalizadas para lograr optimizar la eficiencia energética en las operaciones.
El ejecutivo destacó además la importancia de la formación de profesionales que estén preparados para enfrentar los desafíos que posee la industria productiva, junto con propiciar una cultura de cero accidentes, y hacer hincapié en el aporte que significa el establecimiento de redes de colaboración y diálogo.
Por su parte, Alfonso Toro, gerente general de Emel Norte, se refirió a la relevancia que posee la formación de profesionales capacitados en materia eléctrica, y el impulsar medidas contra la rotación laboral, en especial en zonas mineras.
Junto a lo anterior, destacó la importancia de realizar acciones enfocadas en los índices de seguridad de la industria, señalando que alrededor de un 4% del PIB en Chile se ve impactado por los accidentes laborales.
Generación sustentable
En el marco de la jornada, María Isabel González, gerente general de Energética, detalló que desde 2005 el desarrollo del Sistema Interconectado del Norte Grande (SING) estuvo marcado por el carbón, y el crecimiento de la demanda asociada al auge de los proyectos mineros, con una alta concentración de propiedad, un 90% de la demanda debido a los grandes clientes, como es el caso de las compañías mineras, y un sistema de transmisión que presenta limitaciones hacia la zona norte, por Arica e Iquique.
Además, estimó que a 2020 la demanda de energía de los proyectos mineros se vería casi triplicada, un incremento que podría ser satisfecho por las nuevas centrales proyectadas en el SING.
En contrapartida, la gerenta general de Energética señaló que el Sistema Interconectado Central (SIC) presenta una matriz muy dependiente de la hidrología, mostrando niveles de precios mayores a los que posee el SING, indicando además que el 20% de los consumos corresponden al sector minero.
En esta línea, resaltó que proyectos mineros como Cerro Casale, se han visto postergados e incluso suspendidos debido a la incertidumbre que existe en torno a la capacidad de generación disponible, debido al rechazo que han tenido termoeléctricas como Castilla y Barrancones.
En este escenario, las Energías Renovables No Convencionales se han convertido en una alternativa de relevancia para las mineras.
Es así como Diego Lizana, asesor de energía y eficiencia energética de minera Collahuasi, se refirió a la licitación de suministro eléctrico en base a ERNC que la empresa llevó a cabo con el objetivo de acceder a 30 GWh anuales por 20 años plazo, a un precio competitivo, donde se consideraron aspectos como la neutralidad tecnológica, el fomento de la integración social y el conocimiento del mercado nacional.
El profesional comentó que se seleccionó a la empresa Solarpack, con una propuesta de 60 GWh/año por medio de dos plantas solares ubicadas en Pozo Almonte, de70 hectáreasde extensión, de 23,5 MW, con una opción de 9 MW extras. Esto equivaldría a alrededor de un 5% de la energía eléctrica que Collahuasi consume, permitiendo además desplazar 43.500 t de CO2 equivalentes/año en el SING. Estas plantas comenzarían a operar en octubre próximo, considerándose además la instalación de un área de I+D solar en el sector de Puerto Patache.
Por su parte, Horacio Díaz, académico dela Universidadde Tarapacá, destacó la experiencia de la casa de estudios en materia solar, con iniciativas como la electrificación rural fotovoltaica; el desarrollo de aplicaciones productivas para actividades como el bombeo, secado, la desalinización y el calentamiento de agua; la realización de aplicaciones viales como luminarias, semáforos y pantallas solares; y el establecimiento de sistemas fotovoltaicos conectados a la red, como el que se ubica en el aeropuerto de Chacalluta, de 30 kW de potencia.
El profesional se refirió además al proyecto Fondap “Centro parala Investigaciónen Energía Solar (SERC-Chile)”, el que con un presupuesto de alrededor de $4.000 millones considera la creación de un ente que tendrá entre sus líneas de investigación el desarrollo de la energía solar para la industria y la minería, la conformación de sistemas eléctricos de alta potencia, y la generación de normativas energéticas, entre otras temáticas.
Sergio Illanes, superintendente de Energía Distrital de la vicepresidencia de Operaciones Norte de Codelco, resaltó que otro de los desafíos que presenta la minería es el de disponer de capital humano especializado, resaltando que la concreción de los proyectos mineros que hay en carpeta requeriría sobre 45.000 trabajadores directos, detallando que se registraría una brecha de 16.000 operadores y 13.000 mantenedores. Indicó que sólo para desarrollar el proyecto de Chuquicamata subterráneo se necesitarían unos 2.500 trabajadores.
Illanes mencionó que la mano de obra corresponde a alrededor de un 40% de los costos totales, y que el desafío es mejorar los niveles de productividad y competitividad laboral, junto con asegurar la disponibilidad del recurso humano.
En este contexto, se refirió a la necesidad de impulsar al mercado educacional a que direccione su oferta formativa a los requerimientos del sector, desarrollar programas de formación y la definición de estándares y competencias atingentes, sumado al hecho que las propias compañías deben considerar aspectos como atraer, desarrollar, motivar y retener a sus trabajadores.
De manera complementaria, Alejandro Avaria, subgerente de Servicios ala Mineríade Eliqsa, comentó la importancia de definir las competencias del trabajador del área eléctrica, considerando tanto competencias administrativas como técnicas.
Es así como el ejecutivo explicó que se estableció un sistema de información sobre el trabajador, de manera de analizar sus capacidades y desempeños, y ver, por ejemplo, si requiere alguna capacitación específica en alguna de las competencias que la compañía ha definido.
Junto a lo anterior, Avaria resaltó que se debe definir la forma de medir las competencias técnicas y administrativas para gestionarla M&O (mantención y operación), procurando un equilibrio entre los planes de mantenimiento versus los de seguridad. Además, destacó que resultan críticos los programas de capacitación para reducir las brechas y, ante la mayor tendencia de movilidad laboral, se requieren acciones para capacitar y fidelizar a los trabajadores.
En esta misma línea, Gerardo Barrenechea, director de Estudios de la Asociación de Empresas Eléctricas A.G., resaltó la importancia de certificar el conocimiento que es aprendido, comentando que a través del Sistema Nacional de Competencia “Chile Valora” se reconocen formalmente las competencias laborales de las personas, independiente de la manera en que hayan sido adquiridos.
El ejecutivo explicó que el Sistema Nacional considera una comisión tripartita, integrada por los organismos sectoriales, una secretaría ejecutiva y centros de evaluación y certificación. Esta instancia comprende una plataforma que entrega información sobre los perfiles disponibles y las personas registradas, en el marco de un proceso que considera la evaluación del trabajador y la revisión de sus antecedentes.
Barrenechea adelantó que para este año se integrarán 19 perfiles más en el ámbito eléctrico.
La visión de la academia fue entregada por Claudio Roa, académico dela Universidadde Concepción, quien se refirió al proceso de actualización académica que se está llevando a cabo en la casa de estudios, donde se ha analizado la necesidad de ir incorporando competencias blandas, posibilitar la flexibilidad curricular y la integración de asignaturas de formación avanzada.
Roa indicó que el desafío venidero es ver cómo ir integrando el modelo por competencias e identificar, por ejemplo, cuáles son requeridas, junto con la preparación de los estudiantes y de los propios académicos.